El Teatro Zaragoza, mejor conocido por muchos como el Cine Pulguitas, se ubica en la esquina de la calle Mutualismo y la Cuarta, en el corazón de Tijuana . Considerado el primer teatro público de la ciudad y uno de sus patrimonios más emblemáticos, su historia se remonta a 1921. En sus inicios, era una modesta construcción de madera que servía como espacio para la proyección de películas mudas, la presentación de obras de teatro y la realización de eventos musicales, convirtiéndose en un punto de reunión para las familias tijuanenses.
Debido a su éxito y popularidad, en 1945, los fundadores del Centro Mutualista de Zaragoza decidieron reconstruir el teatro, dotándolo de una nueva estructura más sólida y con mayor capacidad. Esta renovación permitió al Teatro Zaragoza consolidarse como un referente cultural en la ciudad, ofreciendo una variedad de espectáculos y proyecciones cinematográficas.
![Teatro Zaragoza en Tijuana, también conocido como Pulguitas](https://tvazteca.brightspotcdn.com/dims4/default/d391a96/2147483647/strip/true/crop/1280x720+0+0/resize/928x522!/format/webp/quality/90/?url=http%3A%2F%2Ftv-azteca-brightspot.s3.amazonaws.com%2Ff0%2F4d%2F3291d4e7472b930d46dcf5a8caf0%2Fdiseno-sin-titulo-2025-02-09t164454-777.jpg)
¿Cómo se convirtió el Teatro Zaragoza en el cine “Pulguitas”?
Con el tiempo, el teatro amplió su oferta y comenzó a funcionar también como cine. Durante los fines de semana, se programaban funciones dirigidas especialmente a menores de edad, presentando películas y eventos que atraían a un público joven.
El apodo “Cine Pulguitas” se originó debido a las funciones matutinas dedicadas a los niños, conocidas como “matinées infantiles”. Sin embargo, también se dice que este curioso apodo se le atribuyó al lugar debido a que los sillones estaban infestados de pulgas y era común ver ratas caminando entre los pasillos. Este sobrenombre se convirtió en una parte entrañable de la cultura local y muchas personas continúan refiriéndose a este edifico como “El cine Pulguitas”.
A lo largo de los años, el Teatro Zaragoza ha pasado por diversas etapas, incluyendo periodos de restauración para preservar su valor histórico y arquitectónico. Hoy en día, sigue siendo un símbolo del patrimonio cultural de Tijuana, albergando eventos sociales, escolares y artísticos, y manteniendo viva la memoria de generaciones de tijuanenses que disfrutaron de sus funciones.
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