Con el apresurado ritmo de vida hoy en día, las personas buscan maneras de ahorrar tiempo para aprovechar al máximo las 24 horas y tener oportunidad de convivir con su familia, descansar y salir. Por eso hay una tendencia a consumir productos que vienen “listos para servir y comer” como la ensalada en bolsa que venden en los supermercados , pero ¿en realidad no se deben lavar?
Las personas buscan precisamente las ensaladas en bolsa por la practicidad de solo tener que abrirlas y servir que ofrecen. Ya que la otra manera para comer vegetales es lavarlos, pelarlos y cortarlos, lo que puede resultar una tarea que, por tiempo, no se puede hacer diariamente para comer muy bien las tres veces al día.
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La ensalada en bolsa ¿Es buena?
La única y gran diferencia de la ensalada de bolsa sobre el resto de los vegetales (todo tipo de lechugas: romana, francesa, baby…espinacas, kale) que están sin empacar, es el interior de su bolsa.
Según expertos, dichos envases vienen en condiciones para preservar las hojas de ensalada y que no se echen a perder tan pronto. Poseen una tecnología que elimina el aire interior y los sustituye con gases.
Estos gases vienen en concentración específica para inhibir el crecimiento de microorganismos y gérmenes que son dañinos para los alimentos y para el ser humano.
Los investigadores en alimentos indican que las verduras después de ser recolectadas del suelo donde las cosecharon continúan su proceso metabólico, es decir, “siguen respirando”. Por ello las ensaladas en bolsa son permeables, esto quiere decir que pueden traer unos pequeños orificios que permiten una respiración buena sin que se metan microorganismos.
De esta manera, las bolsas de ensalada conservan en su interior una atmósfera saludable que hacen seguro consumir el producto tras varios días.
¿Se debe lavar la ensalada de bolsa?
Sabiendo que las verduras están bien protegidas en dichos gases, cuando se lava la ensalada de bolsa se podría contaminar con los microorganismos que hay en el exterior, en el aire y el agua.
“Si lavamos estas hojas, podríamos contaminarlas con los microorganismos que haya en las superficies y utensilios”, explica en la revista Consumer Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos.
Entre menos se manipulen una vez abiertas, es mejor. “Están perfectamente higienizadas para abrir y consumir. Si la pasamos a otro recipiente, igual que si la volvemos a lavar, lo que puede pasar es que estemos contaminando esos vegetales con microorganismos que haya en las superficies de la cocina”, dice Robles.
La tecnóloga recomienda cerrar la bolsa con una pinza para evitar que se contamine o consumir la ensalada en su totalidad, porque ya no se debe guardar en otro recipiente, pues no tendría la misma atmósfera protectora con la que fue envasada.
Así que los vegetales en bolsa podrían ayudar a las personas que quieren
comer más saludable
a ganar unos valiosos minutos que pueden utilizar en otras actividades. Solo hay que fijarse en la fecha de caducidad y que, por supuesto, la bolsa de ensalada traiga la leyenda “lista para consumo” o “perfectamente lavada”.
