La sensación de fatiga persistente, que no cede con el descanso, va más allá del simple cansancio. Podría ser un indicio del síndrome de fatiga crónica (SFC), una condición compleja que impacta significativamente la calidad de vida.
¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?
El SFC, también conocido como encefalomielitis miálgica (EM), es una enfermedad multisistémica que se caracteriza por una fatiga física y mental debilitante. Estudios recientes, como el publicado en el Journal of Clinical Medicine, revelan que hasta un 25% de los pacientes con EM/SFC pueden quedar postrados en cama, y un 60% no pueden mantener un empleo a tiempo completo.
Esta condición, que afecta principalmente a mujeres jóvenes, se clasifica dentro de los síndromes sensitivos centrales (SSC), junto con la fibromialgia. El sistema nervioso central es el principal afectado, y la fatiga intensa que experimentan los pacientes no mejora con el reposo, generando frustración y limitación.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) identifican tres síntomas primarios:
- Reducción significativa en la capacidad para realizar actividades habituales durante seis meses o más.
- Malestar post-esfuerzo, que puede provocar colapso y postración durante días o semanas.
- Problemas de sueño, que incluyen dificultad para conciliar el sueño y sueño no reparador.
Además, los pacientes pueden experimentar:
- Problemas cognitivos, como dificultad para concentrarse y pérdida de memoria.
- Intolerancia ortostática, con mareos al ponerse de pie.
- Dolores musculares y de cabeza.
- Problemas digestivos, como el síndrome del colon irritable.
- Escalofríos y sudores nocturnos.
La psiquiatra Jessica Borenstein señala un aumento en los casos de fatiga crónica, atribuido a una mayor conciencia y diagnóstico por parte de los profesionales de la salud, así como a una mayor información por parte de los pacientes. Además, estudios pronostican un incremento significativo debido a los efectos a largo plazo de la pandemia de COVID-19.
Es crucial reconocer que la fatiga crónica es una condición real y debilitante. Si experimenta síntomas persistentes, busque atención médica para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.
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