La historia real de La bella durmiente está basada en la historia escrita por Giambattista Basile, llamada Sol, Luna y Talía, la cual fue escrita en el año 1634 y posteriormente, los hermanos Grimm se basaron en esa historia para crear su versión.
Después fue tomada por Disney y adaptada al cuento de hadas que todos conocemos, donde una princesa se pincha el dedo con la aguja de una rueca y cae en un profundo sueño, hasta que el príncipe azul llega a salvarla y viven felices por siempre.
Pero esta historia no tiene nada que ver con la original, escrita por Giambattista, pues esa es mucho más oscura.
Historia real de La bella durmiente
La historia real, como ya lo dijimos, se llama Sol, Luna y Talía. Talía es la hija del rey, quien cuando nació su hija se emocionó tanto, que hizo que los adivinos del reino predijeran el futuro de la niña.
Los adivinos le dijeron que Talía estaba en gran peligro, pues tenía una maldición y moriría a causa de una espina de lino. A raíz de esto, el Rey prohibió que en su casa entrara cualquier tipo de lino o cosas parecidas, pues no quiere exponer a su hija.
Lamentablemente, cuando Talía creció, un día estaba fuera de su palacio y vio a una anciana con una rueca justo frente al castillo, la joven quedó muy intrigada por el objeto, por lo que se acercó, tomó la rueca en sus manos y al tirar del hilo se clavó una espina de lino en la uña.
Talía inmediatamente cayó al suelo y quedó en una especie de sueño del cual ya no podía despertar. El Rey, su padre, quedó desconsolado por la muerte de su hija, por lo que decidió abandonarla en un sillón de terciopelo en una de las habitaciones del castillo, luego cerró todas las puertas y se fue para siempre.
Otro Rey la encontró
Tiempo después, el castillo continuó abandonado, sin que nadie supiera que una princesa estaba ahí dentro, dormida en un sueño del que no podía despertar.
Un día, un Rey estaba cazando cerca de ese bosque y se le escapó un halcón, el cual entró volando por una de las ventanas del palacio.
El Rey quedó intrigado y abrió las puertas a la fuerza, cuando entró encontró a la princesa dormida en un sillón, lo cual también lo dejó intrigado.
Así que decidió llevar a la princesa a una cama, donde abusa sexualmente de ella y la abandona para regresar a su reino, sin darse cuenta de que había dejado embarazada a la princesa.
Nueve meses después, la princesa aún dormida, dio a luz a un par de gemelos, los cuales fueron llamados Luna y Sol.
La historia cuenta que dos hadas se encargaron de cuidar a los niños, ya que su madre seguía en un profundo sueño, sin embargo, un día los niños buscaban el pecho de su madre para poder comer y al no encontrarlo, succionaron su dedo y así extrajeron la espina de lino que la mantenía dormida.
La princesa Talía despertó y se dio cuenta de que tenía a los dos niños, por lo que comenzó una nueva vida junto a ellos.
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El Rey abusador la encuentra de nuevo
Tiempo después de que Talía despertara e hiciera su vida de nuevo, el Rey que había abusado sexualmente de ella, llegó nuevamente al castillo y se encontró a la princesa viva y con dos hijos.
El Rey y Talía se hacen amigos y él se queda unos días con ellos y antes de irse, le promete que regresará por ella. Cuando el Rey regresó a su reino, le contó a su esposa sobre Talía y los gemelos, lo cual desató la ira de la reina.
La reina le pidió a uno de los secretarios que le contara todo lo que ocurre y luego lo convence de traer a los niños al reino y después le ordena al cocinero que los mate y se los sirva de comer a su esposo, el Rey.
Sin embargo, el cocinero no tiene el corazón para asesinarlos, así que se los da a su mujer para que los esconda y en su lugar, le sirve al rey dos cabritos para cenar, haciendo creer a la reina que eran los dos niños.
La reina le insistió a su esposo que siguiera comiendo y le decía “comes de lo tuyo”, a lo que el Rey molesto le dice que sí, come de lo suyo porque ella no ha traído nada a la casa, pues la reina era infértil y nunca pudo darle hijos y luego el Rey se fue del castillo.
La reina furiosa, mandó a traer a Talía al castillo y ordena que la arrojen al fuego, a lo que la princesa le ruega que no lo haga, poco antes de caer en las llamas, el Rey regresa y la salva, ordenando que la reina sea quemada.
Después se enteró de lo que había sucedido y premió al cocinero por haber salvado a los niños, luego se casó con Talía y juntos criaron a sus hijos, sin que ella supiera que eran en realidad del Rey, debido a que había abusado de ella.
Así es como viven “felices para siempre”, sin que ella se entere de lo que le ocurrió cuando estaba dormida.
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