“Eterno enamorado”: El hombre que se enamoró de un maniquí, es verdad

¿El amor tiene caducidad? O puede ser para siempre, como lo vivió intensamente el “eterno enamorado”, el hombre que se enamoró de un maniquí y que le dio a toda una ciudad una bella historia que contar el Día de San Valentín.

La insólita historia de amor ocurrió ni más ni menos que en México, en la ciudad de Hermosillo, Sonora donde Arturo Chávez se enamoró de un maniquí de una tienda ubicada en el Centro.

Se dice que durante sus días tristes, el hombre se topó con una tienda ubicada sobre la calle Heriberto Aja y fue amor a primer a vista al ver a un maniquí con un vestido de novia de color blanco.

Desde esa ocasión, Chávez pasó por esta tienda para ver a la mujer, o mejor dicho, al maniquí de novia y era tanto su gusto que cuando le llegaban a cambiar, él se enojaba.

Hay quienes relatan que una vez rompió el cristal de la vitrina durante un momento de celos cuando al maniquí lo movían de su lugar o le ponían otra ropa que no fuera de novia, según medios de Hermosillo.

Y así pasaron los días, los meses y los años hasta que el “eterno enamorado”, originario de Cananea, envejeció y no pudo ir más debido a la enfermedad que tenía.

El “eterno enamorado”, como lo dieron a conocer diversos medios sonorenses de aquella época, falleció en 2003 tras padecer cáncer de lengua.

Quienes tuvieron oportunidad de hablar con él, cuentan que jamás dejó de visitar al maniquí del que se enamoró y se lo demostraba con canciones.

A pesar de que esto ocurrió durante la década de los 80s, todavía sigue vigente el caso del hombre que se enamoró de un maniquí y, de hecho, ha inspirado a artistas para hacer una película o contar en el Día del Amor y la Amistad , pues la historia es en verdad conmovedora.