El 12 de octubre de cada año se conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492; uno de los puntos máximos registrados en la historia mundial. Sin embargo su figura sigue siendo objeto de estudio, cuestionamiento y debate.
Fallecido en 1506, según los registros, y a más de 5 siglos después de su primer viaje al “Nuevo Mundo”, la intriga y las dudas sobre la historia de su vida y sus últimos años, al igual que los detalles de su muerte aún persisten.
Cristóbal Colón murió en Valladolid , España. Tras su muerte sus restos fueron enterrados en un modesto convento dedicado a San Francisco en dicha ciudad. Sin embargo, tiempo después sus restos fueron trasladados al monasterio de La Cartuja, en Sevilla por órdenes de su hijo, Diego Colón.
Tiempo después, murió Diego y se supo que, de acuerdo a su testamento, deseó que los restos de su padre descansaran en la tierra que ayudó a descubrir. Fue por ello que posteriormente sus huesos fueron ubicados en la catedral de Santo Domingo, en República Dominicana, isla que fue parte importante y centro de todas sus exploraciones en América.
¿Dónde descansan los restos mortales de Cristóbal Colón?
De acuerdo a los acervos históricos, en 1795 los restos fueron trasladados a Cuba para evitar que cayeran en manos de los franceses. Posteriormente ante la pérdida de aquel país en la guerra de 1898, la urna fue retornada a Sevilla, España, donde actualmente descansan en la catedral de aquella localidad.
A pesar de que los registros muestran que el recorrido “post mórtem” de Cristóbal Colón lo llevó finalmente a descansar en Sevilla. Existen todavía quienes se cuestionan la veracidad del asunto.
Y es que en Santo Domingo, República Dominicana, fue descubierta en 1877 una caja con huesos que presuntamente correspondían al histórico navegante. La realidad es que investigadores realizaron en 2006 análisis de ADN a los restos que se encuentran en Sevilla, comprobando que efectivamente corresponden a Colón.
Por otro lado, en la República Dominicana, existe una resistencia significativa a realizar pruebas de ADN en los restos que aseguran son los de Colón. Cada teoría alimenta aún más el enigma del navegante, cuyos verdaderos restos son los que han quedado para siempre escritos en la historia.
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