La Navidad es la festividad más grande en todo el mundo que se hace por el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre y las personas celebran con reuniones familiares más una gran cena. Sin embargo, esta tradición también esconde sus mitos y leyendas macabras como la de Krampus, la bestia que secuestra a niños mal portados en Navidad.
Diciembre se caracteriza por llenarse de la blancura de la nieve en algunos países y el blanco simboliza paz, pero no siempre es así porque la maldad nunca descansa y, así como Santa Claus trae alegría y regalos, Krampus hace lo contrario.
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La bestia secuestra a niños que se portan mal
Según la creencia popular, entre la noche del 5 y 6 de diciembre, cada año este la criatura de la noche merodea las calles durante la noche fría en busca de sus víctima, por eso, en regiones como Europa, los habitantes denominan “la noche de Krampus” como una peligrosa fecha decembrina.
Los niños que se portan bien reciben regalos de Papá Noel, mientras que quienes se portan mal pueden ser llevados al inframundo en las garras de Krampus, la criatura que secuestra a niños en Navidad.
Se dice en países alpinos que Krampus recorre las calles en busca de niños que se portan mal para castigarlos. De ahí que en su peludo lomo carga un saco en forma de cesto que le sirve para echar a cada infante.
Después, la demoníaca criatura lleva a los niños mal portados hacia las profundidades del mismo infierno donde arden por la eternidad y a muchos otros se los come. Se dice que tiene predilección por aquellos infantes que cometen muchas travesuras.
Los niños mal portados tienen una última oportunidad de escapar cuando escuchan las cadenas oxidadas que arrastra el despiadado ser entre las avenidas para alarmar sobre su presencia. Aunque pocos logran escapar.
Krampus, la criatura demoníaca
Aunque sea de noche, resulta fácil identificar a Krampus, pues tiene la apariencia de un demonio, algunas persona lo ven como un fauno de lengua roja, larga cabellera negra, grandes cuernos y un tupido pelaje corporal de pelaje oscuro.
Las patas de cabra de Krampus o Krampusnacht, como le conocen en Alemania, y su mirada maldita causa miedo también entre los adultos.
Cuenta la leyenda que Krampus habita en las montañas alpinas de Europa, pero baja a los pueblos en vísperas de Navidad durante la primera semana de diciembre para llevarse a los niños que han sido malos durante el año.
