La cereza del pastel de este gobierno, es la reforma a la Ley de Amnistía que se discute en estos momentos en el senado, la reforma planteada le otorgaría al presidente de la República, la facultad absoluta de perdonar y en su caso, liberar delincuentes que se encuentran sentenciados.
Es decir, el presidente podría decidir si saca o no a un delincuente de la cárcel, la reforma le da al poder ejecutivo un poder enorme, pues puede liberar a miembros de organizaciones criminales, perdonando masacres, secuestros y extorsiones.
Con la reforma a la Ley de Amnistía, el poder ejecutivo podrá hacer uso de algo que constitucionalmente no le corresponde.