Ante las recientes elecciones presidenciales celebradas en los Estados Unidos, en la cual el republicano Donald Trump ha resultado ganador, un clima de incertidumbre, miedo y tensión se ha generado en la ciudad de Tijuana, un territorio que ha tenido muy presente en todo su discurso.
La pasada presidencia de Trump (2017-2021) se caracterizó por políticas migratorias agresivas. Y prometió ir aún más lejos si regresaba a la Casa Blanca.
Declaró que el primer día de su mandato “comenzará la mayor operación de deportación interna en la historia de Estados Unidos”.
Entre otras alarmantes propuestas, el republicano se comprometió a poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados y a librar una guerra contra la delincuencia organizada originada en México.
Esto dijo Donald Trump de Tijuana durante un discurso electoral
Ya en enero de este año, Donald Trump afirmó que Tijuana “no es un lugar apto para vivir” .
“Teníamos una política de ‘Quédate en México’ hasta que tengas todo listo, teníamos cientos de miles de migrantes en Tijuana, este no era un lugar encantador en ese momento, no era un buen lugar para llevar a la familia a un pequeño viaje, era una parada difícil”, afirmó.
Tiempo después en septiembre, Trump reiteró su discurso sobre el control de las fronteras y la importancia de mantener a los migrantes fuera del país hasta que cumplieran con los requisitos legales necesarios para su entrada, refiriéndose una vez más a la frontera de Tijuana.
¿Habrán deportaciones masivas cuando Donald Trump llegue a la presidencia de Estadis Unidos?
El republicano declaró que el primer día de su mandato “comenzará la mayor operación de deportación interna en la historia de Estados Unidos”.
Dichas declaraciones encienden el temor entre las comunidades migrantes asentadas en Tijuana ; en la ocasión anterior que Donald Trump fue presidente de los Estados Unidos también llegó con un discurso antimigrante que materializó en políticas públicas que podría repetirse en esta ocasión.
Aunque hay opiniones encontradas, debido a que en Estados Unidos existen migrantes que ya tienen 30 o 40 años, mismos que han permanecido trabajando y aportando a un seguro social, con el cual el gobierno estadounidense mantiene a sus ancianos.
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