De acuerdo con un nuevo estudio realizado con más de 30,000 personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en el Reino Unido, este padecimiento se asocia con mayores problemas de salud mental y una esperanza de vida más corta. Esto podría tener un impacto similar en otras regiones del mundo, como en Tijuana.
¿Por qué el TDAH podría estar relacionado con una menor esperanza de vida?
Un estudio realizado en el Reino Unido analizó datos médicos de más de 9 millones de personas recopilados entre 2000 y 2019. Los resultados revelaron que los hombres con TDAH viven, en promedio, 6.8 años menos que aquellos sin este diagnóstico. En las mujeres, la diferencia es aún mayor, con una reducción promedio de 8.6 años.
Aunque el TDAH no parece ser la causa directa de esta disminución en la esperanza de vida, los investigadores identificaron factores asociados que podrían influir. Entre ellos destacan los problemas de salud mental más frecuentes en quienes tienen este trastorno y las dificultades para acceder a atención médica adecuada. Además, hábitos de vida poco saludables pueden agravar la situación.
En el caso de Tijuana, aunque no hay cifras específicas de estudios locales, los desafíos son similares. El acceso limitado a servicios de salud mental, sumado a estigmas sociales y la falta de recursos especializados, podría impactar negativamente a quienes viven con TDAH en la región.
Estos hallazgos señalan la necesidad de realizar más estudios en otras localidades, como Tijuana, para comprender mejor las circunstancias específicas que enfrentan las personas con TDAH y buscar soluciones adaptadas a cada contexto.
¿Qué es el TDAH? ¿Cómo puede ser diagnosticado y tratado?
El TDAH es una condición del desarrollo neurológico que afecta la atención, el control de impulsos y la hiperactividad. Se diagnostica mediante una evaluación clínica que incluye observación de síntomas persistentes, entrevistas y cuestionarios. Su tratamiento combina terapias conductuales, intervenciones educativas y, en algunos casos, medicamentos. El apoyo familiar y estrategias de manejo en el entorno escolar o laboral también son fundamentales para mejorar la calidad de vida.