Los hechos ocurrieron en la Ciudad de México, donde el niño de 14 años, llamado Toni Hernández, se encontraba junto con su hermanito y otros cuatro niños jugaban en una cancha de fútbol.
Sin embargo, su balón se fue por un barranco, así que bajaron a buscarlo y en eso fueron atacados por un grupo de abejas, por lo que Toni, al ser el niño más grande, le dijo a todos que corrieran, pero entre esos niños estaba su hermanito de 4 años.
Su primer instinto fue correr y proteger a su hermanito, lo abrazó y le cubrió la cabeza, recibiendo él la mayoría de los piquetes para que su hermanito no sufriera.
Al escuchar lo que ocurría, la madre de los niños y los vecinos de la zona corrieron a ayudarlos, Toni tuvo que ser trasladado a un hospital de ahí cerca, sin embargo, se encontraba en un estado grave de salud, por lo que lo llevaron hasta el Hospital Juárez de México.
Al llegar al hospital, los doctores le dijeron a la mamá de Toni que su hijo había recibido más de mil piquetes de abeja y que no había muchas esperanzas de que el menor pudiera sobrevivir.
Cabe destacar que una persona muera por piquetes de abeja, tiene que recibir entre 500 y 1,000 picaduras. Toni tuvo fallas en su sistema cardiovascular, el hígado y hasta el riñón.
Afortunadamente lograron salvar su vida ya que tuvo atención médica oportuna, cuando recuperó la conciencia, todos le dijeron que era todo un héroe, sin embargo, Toni dijo que para él había sido algo normal, pues solo tomó su rol de hermano mayor y protegió a su hermanito.
Los expertos afirman que una persona puede tolerar 20 piquetes de abeja por cada kilogramo en su cuerpo, por lo que un adulto puede tener alrededor de mil picaduras y sobrevivir.
Por lo que tan solo 500 picaduras podrían matar a un niño y Toni logró sobrevivir con más de mil siendo tan pequeño, lo que lo hace un milagro, además de que salvó la vida de su hermanito, quien probablemente con pocas picaduras pudo haber perdido la vida.
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