Esto ocurrió en San Luis Potosí, donde los familiares de la niña Camila exigen justicia por presunta negligencia médica, ya que la menor fue declarada sin vida en un hospital, pero mientras se llevaba a cabo su funeral, descubrieron que seguía teniendo signos vitales y momentos después, murió definitivamente.
De acuerdo con la información proporcionada por su mamá, la “primera muerte” de su hija Camila Roxana, fue el pasado martes 16 de agosto, pues la menor comenzó a sentirse mal, tenía vómito y diarrea.
Su madre y su abuela la llevaron a una clínica privada, donde los médicos le recetaron dos medicamentos, pero la menor no tuvo ninguna mejoría, así que decidieron trasladarse a otro municipio para que la niña pudiera recibir una mejor atención.
Ahí un pediatra particular revisó a la niña y la ingresó a un Hospital debido a que ya estaba grave, después le administró 30 gotas de paracetamol y la dejaron ir.
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La niña no mostraba signos de mejoría, por lo que nuevamente la hospitalizaron, pero ahora se fue a urgencias, donde los médicos indicaron que habría que aplicarle suero y oxígeno, pero no contaban con nada de eso.
Por lo que su madre solicitó que la trasladaran a la capital de San Luis Potosí para que pudiera ser atendida correctamente, una vez que ingresó al hospital, pasaron dos horas para que la pequeña Camila fuera declarada sin vida.
Su madre se dio cuenta de que Camila no estaba muerta
Los doctores le dijeron a la joven madre de Camila, Mary Jane Mendoza de apenas 20 años, que su hija había muerto, por lo que ella quiso ir a ver a su hija y la encontró ya sin oxígeno y sin suero.
Cuando se acercó a abrazarla, se dio cuenta de que Camila hizo un pequeño esfuerzo por abrazarla, por lo que le dijo a los médicos que podría no estar muerta, pero le indicaron que la soltara y que no la maltratara.
A Mary la encerraron en un cuarto y cuando la dejaron salir solo le entregaron el acta de defunción, la cual indicaba que la causa de muerte era deshidratación severa, shock hipovolémico y enfermedad diarreica aguda.
El mismo hospital se encargó de todos los arreglos funerarios y no permitieron que Mary pudiera volver a ver a Camila.
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Segunda muerte de Camila
Una vez que se llevó a cabo el funeral, la abuela estaba frente al féretro de cristal de la pequeña y notó que Camila movía los ojos y que el cristal estaba empañado, por lo que le dijo al personal de la funeraria, quienes le dijeron que era algo normal y que podría estar alucinando.
Pero la abuela no se quedó tranquila y decidió decirle a Mary, quien también notó que pasaba algo raro, luego utilizaron un espejo y la lámpara de su celular para comprobar que Camila no estaba muerta.
Incluso pudieron ver que la menor no perdía el color de su piel, pues normalmente cuando alguien muere se vuelve pálido.
Por lo que decidieron hablarle a una enfermera de la comunidad, quien en cuestión de minutos llegó al lugar y confirmó que Mary seguía con vida, de inmediato le hablaron a una ambulancia, pero lamentablemente Camila murió definitivamente en camino al hospital.
La familia acusa que hubo negligencia médica
La familia de Camila tuvo que sufrir su muerte en dos ocasiones, luego de que se llenaran de esperanza cuando se percataran de que seguía viva.
Acusan a los médicos que la declararon sin vida de negligencia, pues habían pasado 12 horas desde que habían dicho que había muerto hasta el momento del funeral y durante ese tiempo tuvieron la oportunidad de salvar su vida.
Las autoridades ya investigan el caso y esperan pronto dar a conocer cuál fue la causa oficial de la muerte de Camila y que se haga justicia.
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