De acuerdo con la información, la menor estaba en un albergue, que también funcionaba como centro de rehabilitación, ubicado en Tonalá, Jalisco. Su mamá la llevó porque la niña padecía de ansiedad severa y ataques epilépticos.
La niña ingresó desde el pasado 30 junio al albergue y el ataque ocurrió el pasado 22 de julio, sin embargo, la mamá no fue notificada de las heridas que tenía su hija hasta el día siguiente.
Cuando la madre llegó a ver a la niña, tenía quemaduras de segundo grado en el 13% de su cuerpo, en el tórax, el abdomen, el brazo y la pierna izquierda.
Cuando le preguntó al personal del albergue lo que había pasado, le dijeron que se había tratado de un accidente, pero la niña los desmintió y los acusó, dijo que en medio de un ataque, intentaron controlarla y la rociaron con alcohol y luego le dieron descargas eléctricas en el cuello.
El choque le causó fuertes quemaduras a la niña y se cree que había sido torturada previamente, por lo que su madre buscó la manera de sacarla de ahí y acudió con las autoridades que se encargan de proteger a los menores en Ciudad Niñez.
Posteriormente la menor fue trasladada a una clínica del IMSS y luego a un hospital, donde la llevaron a su primera cirugía plástica , sin embargo, creen que es probable que tengan que hacerle injertos de piel.
Denuncia con Derechos Humanos
La madre presentó quejas sobre el lugar y la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco intervino en la situación para investigar lo ocurrido, pues no se sabe si dicho albergue cuenta con los permisos necesarios para operar y utilizar maquinaria para dar descargas eléctricas.
Por lo que la Procuraduría de la Niñez acudirá al centro para saber qué es lo que está pasando, pues la madre de la víctima dijo que atienden más niños y hay algunos que tienen hasta 7 años, por lo que es probable que se encuentren en peligro.