Isobel es una mujer británica que se encuentra en sus 20 años, la joven fue víctima de tráfico sexual durante años, una banda de hombres la explotó sexualmente en los últimos 4 años y a pesar de que ella pidió ayuda, nunca se la dieron.
La joven contó su historia, luego de 4 años de abuso constante por una banda que durante todo ese tiempo, la tráfico por toda Inglaterra sin que nadie los detuviera, la llevaron a pueblos y ciudades donde fue abusada cientos de veces.
Había hombres que pagaban por abusar sexualmente de ella y lo hacían en callejones, bodegas y departamentos vacíos, según cuenta la joven.
Isobel afirma que el grupo de hombres es paquistaní y todos la sometieron a violencia extrema, le rociaron gasolina y la amenazaban constantemente con asesinarla si denunciaba el abuso.
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Primer denuncia a la policía
La primera vez que Isobel hizo la denuncia, estaba esperando a que sus abusadores fueran procesados, sin embargo, la policía no hizo mucho por ella.
Les preguntó qué es lo qué harían para mantenerla a salvo o en dónde se podría resguardar en lo que transcurría la investigación, pues temía por su vida, ya que la banda de hombres sabía dónde vivía y que ser libre no era suficiente.
La policía no le proporcionó ningún tipo de ayuda, a pesar de que debieron referirla al Mecanismo Nacional de Remisión (NRM), lugar donde brindan ayuda a las víctimas de esclavitud moderna, o sea, explotación sexual, les dan acceso a refugios, apoyo y asistencia legal.
Sin embargo, le dijeron que como no había sido trasladada fuera del país, no lo consideraban como “ tráfico sexual ” y por eso no le daban la ayuda.
Nuevamente la explotan sexualmente
Cuando la banda de abusadores se dio cuenta de que Isobel los había denunciado, la volvieron a buscar y ella al ver que no tendría ningún tipo de ayuda, se retiró de la investigación.
Lamentablemente, la banda la obligó a regresar a la vida de explotación sexual y nuevamente sufrió numerosos abusos, por lo que quedó embarazada.
Cuando Isobel les dijo que estaba embarazada, los abusadores la golpearon en el estómago, pues sabían que el bebé podría ser de uno de ellos y no querían que tuviera su ADN.
Isobel sufrió un aborto espontáneo y acudió a un Centro de Agresión Sexual, donde por fin la refiriero al NRM y decidió volver con la policía para que retomaran el caso y poder reconstruir su vida.
Pero como Isobel no era inmigrante, se negaron a darle ayuda legal, pues la ayuda era solo para las víctimas del extranjero.
Vive con miedo
Isobel lleva un año refugiada y sin poder recibir la ayuda a la que se supone que tiene derecho y sigue desprotegida.
Nuevamente la banda de abusadores se la llevó a un pueblo donde otra vez fue víctima de abuso sexual y cuando se puso en contacto con los trabajadores sociales, la refirieron con el ejército de salvamento.
Sin embargo, el ejército tampoco le brindó mucha ayuda, pues solo querían quitarle su teléfono, a lo que ella se negó. Por lo que ahora vive con el miedo de que en cualquier momento la vuelvan a encontrar y se la lleven otra vez para que abusen de ella y nunca los detengan.