Esto ocurrió en Pachamama, Bolivia, donde el joven identificado como Víctor Hugo Mica Álvarez, se divirtió de más en una fiesta .
De acuerdo con el joven, él es un guía y había ido a la “preentrada” de un bar pero ya no se acuerda de nada más, lo único que recuerda es que creyó haber estado en su cama, pero cuando quiso levantarse al baño, ya no pudo moverse.
Dijo que empezó a empujar una especie de vidrio y lo rompió, fue ahí cuando empezó a caerle tierra y se dio cuenta de que lo habían enterrado.
Según explicó, dijo que durante la noche, se encontró a un amigo suyo en el festejo, quien lo invitó a tomar más cervezas y luego de varias copas, su memoria se borró y no sabe qué fue lo que ocurrió.
Víctor Hugo sospecha que lo quisieron dar como ofrenda a la Madre Tierra, pues en la zona había una infraestructura en construcción, por lo que asegura que lo quisieron utilizar como una ofrenda.
Afortunadamente, el joven logró escapar del ataúd y una vez que pudo salir a la superficie, pidió ayuda y llegó a una comisaría para presentar una denuncia, sin embargo, no quisieron recibirlo debido a que aún estaba bajo los efectos del alcohol.
El joven dice que llegó a la comisaría con la mano lastimada, pues rompió el vidrio del ataúd con ella y ni así quisieron recibir su denuncia.
Además, la persona que lo localizó, declaró que lo había encontrado deambulando y que estaba cubierto de cemento en toda la cara y la cabeza, lo que podría hacer creíble su historia.
Sin embargo, se desconoce por completo si se trató de una broma pesada, si el joven habría estado intoxicado con alguna otra sustancia o si en verdad sucedió.
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