Ante el desgaste de los recursos del planeta y la cantidad de población están surgiendo sustitutos de alimentos, pero no son cualquiera alternativa sino que se trata de productos idénticos a los naturales en su composición, uno de ellos es la leche sintética que no necesita vacas u otro mamífero.
Los avances en la tecnología han permitido la creación de leche en laboratorio mediante una técnica especializada, por lo que algunas personas ven en esta leche sintética la solución para preservar el medio ambiente y a los animales.
Leche animal vs leche sintética
Recordemos que la leche que se consume en los hogares está compuesta su mayor parte por agua y el resto son nutrientes como algunos minerales, proteínas y azúcares, en este caso, la lactosa, un tipo de carbohidrato que muchas personas no pueden digerir.
Y aunque existen alternativas de leche como las llamadas vegetales que son de arroz, soja o almendra, estos productos son sustitutos con otra composición muy diferente y para nada se acercan a la leche de vaca en cuanto a calidad nutricional, dicen expertos.
¿Cómo se hace la leche sintética?
En este sentido, la leche sintética aparece como una opción a las otras leches vegetales y se debe al método que se utiliza para fabricarla.
De acuerdo con expertos, a nivel bioquímico, la leche sintética es idéntica a la leche animal, ya que se produce a partir de los mismos genes .
Esta leche, en vez de surgir del interior del organismo del animal mamífero (cabra, vaca) se realiza dentro de un ambiente controlado o artificial mediante biorreactores que producen una “fermentación de precisión”, y este nombre nos da muchas pistas para entender cómo se hace la leche sintética.
Qué es la fermentación de precisión
Dicho proceso biotecnológico hace posible que la leche sintética sea idéntica a la leche de vaca porque emplea “microorganismos modificados genéticamente” los cuales poseen los genes encargados de la síntesis de las proteínas lácteas.
Y bajo ciertas condiciones en temperatura, presión y cantidad de oxígeno, los microorganismos transforman los azúcares en las proteínas necesarias, las que contiene la leche “original” por así llamarlo.
Una vez que concluye este proceso, se añaden los nutrientes, azúcares, vitaminas y proteínas que son filtrados hasta obtener el producto final, una leche sintética idéntica a la leche animal en cuanto a composición bioquímica, sabor y textura.
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