Tenía la mente en blanco, pero necesitaba escribir. Sí, no tenía que hacerlo, necesitaba hacerlo, así que escribí una idea. Literalmente: UNA IDEA. Al ver esas dos palabras en la hoja o espacio en blanco en la computadora, me hizo pensar en que escribimos -casi siempre- en blanco y negro, incluso quien escribe música.
Pero de alguna manera se pueden agregar colores “invisibles” que al leer o escuchar van surgiendo como hongos en nuestra cabeza, imágenes, paletas cromáticas e incluso aromas. Pienso en esas personas que le ponen sabor a las conversaciones, que aderezan las frases con la picardía de algún renombrado y audaz chef y nos sirve en “charla de plata” para abrir boca, historias que nos saben a amarillo-naranja de un día soleado y alegre y lo contrasta con un relato amargo entre gris y azul, a un comentario que nos enchila de repente pero lo suaviza con una noticia dulce para cerrar con pequeñas y coloridas anécdotas que explotan en risas.
Es una gran fortuna contar con personas con esa habilidad de confeccionar en segundos, una agradable experiencia en la que la plática siempre nos deja un buen sabor de boca y con ganas de más. Porque las palabras además de servir para compartir ideas, fortalecen las relaciones, las amistades, los amores, nutren el alma y nos hacen crecer.
Algunas ocasiones con lo que decimos podemos amargar el día a cualquiera, otras veces podemos ser el sol. Uno recibe lo que da, por eso hay que dar palabras de aliento, decir más te quieros, más te extraño, que no falten los hola, los buenos días, los estoy contigo en los momentos duros ni los me alegro por tus logros.
Con la palabra escribimos, hablamos, cantamos, murmuramos. La lengua es un músculo y la palabra una habilidad, se tiene que entrenar a diario, hay que ensayar para mejorar. Traducir del hecho, y lo que aún quede por hacer, en dicho. Ser persona de palabra que hace lo que dice y que dice lo que piensa. La voz es un instrumento de viento. Si canto es porque respiro y podría gritar a todo pulmón por quien suspiro.
Aspira el mundo con lo bueno y to’ lo malo y devuelve reciclado el aire con lo que llevas dentro. Contar memorias, cantar historias, vividas y contadas que merezcan ser oídas. Hablemos y cantemos del amor y el desamor, que haya un diálogo entre lo bueno y lo malo.
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