Los hechos ocurrieron en Colorado, Estados Unidos, donde un hombre ebrio puso a su perro al volante para que la policía no lo detuviera por conducir en estado de ebriedad .
El sujeto viajaba a exceso de velocidad y estaba en un gran estado de ebriedad, cuando la policía lo detuvo, ya que viajaba al doble del límite de velocidad y llevaba a su perro a un lado.
Cuando el oficial se acercó al auto, el conductor intentó poner a su perro en el asiento donde está el volante y él se puso en el lado del pasajero.
Todo esto lo hizo creyendo que nadie lo veía, pero el policía vio toda la acción, por lo que cuando le pidió que se bajara, el hombre salió corriendo del lugar.
El perro no fue arrestado
El hombre escapó, pero 20 minutos después fue encontrado y arrestado por la policía, después lo trasladaron a un hospital y se confirmó que se encontraba bastante intoxicado por el alcohol, por lo que fue detenido.
Mientras que el perro fue liberado y no se enfrenta a ningún tipo de cargo, de acuerdo con las autoridades de Colorado, lo dejaron ir solo con un aviso de la policía y se lo entregaron a un amigo de su dueño, para que cuidara de él.
El conductor ebrio fue arrestado con dos cargos, uno por conducir en estado de ebriedad y otro por huir de la policía.
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